Bona, protagonista y guía de la manada de bisontes de esta expedición, es una bisonta descendiente de las pintadas en el techo de la cueva de Altamira, en Santillana del Mar, Cantabria.
El bisonte es la especie más representada (17%), después del tarpán (28%, en el arte parietal franco–cantábrico, seguidos de lejos por la cabra montés (10%), uro (7,4%), cérvido (6,5%), mamut (7%), reno (4%), oso (2%), otros carnívoros (2%), peces (0,9%) y otros animales (2,5).
La difícil distinción entre huesos de uro y de bisonte
“La distinción de los restos de bisonte y uro es uno de los problemas básicos de la Paleontología del Cuaternario. La amplia literatura existente desde Bojanus (1827) muestra claramente esta dificultad. Son el neurocráneo, las clavijas óseas de los cuernos y las primeras vértebras dorsales las mejores piezas para la distinción de ambos bóvidos. Las demás piezas del esqueleto son de distinción más difícil. Esta se hace con frecuencia imposible, si el material está muy fragmentado. Este es el caso de los yacimientos que vamos a citar. Los restos óseos de comida del hombre primitivo están generalmente troceados tanto para obtener la médula que contienen (caso de la fragmentación de diáfisis), como para extraer la grasa (caso de la fragmentación de la epífisis de huesos esponjosos). Por eso en la mayoría de los casos, tenemos que limitarnos simplemente a decir que se trata de un Gran Bóvido sin poder especificar si de uro o de bisonte”. (Jesus Altuna et al., https://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/1976167239.pdf)
“El Uro y el Bisonte han sido descritos abundantes veces en la literatura clásica a partir de que L. Bojanus en 1827 realizara el primer estudio descriptivo. Desde esa fecha han sido comentados y discutidos por numerosos investigadores, dándonos una idea de lo difícil que es la diferenciación en este binomio, por lo que muchas veces han sido descritos, clasificándolos en uno u otro género erróneamente por falta de documentación específica. (SERAFIN RUIZ SELFA. “ESTUDIO DE LOS RESTOS DE BOS PRIMIGENIUS BOJ. Y BISON PRISCUS BOJ. EN LA PROVINCIA DE ALAVA” https://core.ac.uk/download/pdf/11502491.pdf
Un origen enigmático
“La unión entre un uro (explicando el ADN mitocondrial) y un bisonte estepario dio lugar a algunos descendientes fértiles, aunque ninguno era varón (manteniendo así las mitocondrias de uro por línea materna). A partir de entonces, los descendientes comenzaron a reproducirse con otros bisontes esteparios, puede que incluso con su padre (abuelo, bisabuelo…) todo dentro de una misma manada. De ese modo, el ADN nuclear que en los primeros híbridos era en un 50% de uro y en otro 50% de bisonte estepario, fue moderándose rápidamente hasta alcanzar un equilibrio que en los bisontes europeos actuales es de un 10% del género Bos y un 90% Bison.”
IGNACIO CRESPO. 2020. “El bisón(te) de Higgs y el misterio de las pinturas rupestres”. La Razón.
https://www.larazon.es/ciencia/20200613/bhj56h5xrjdwbfqszoulpi7qgy.html